un editorial del año 1999
Hace 11 años
Y será la victoria de la reina sobre esa adherencia maligna, esa usurpación indebida y sorda. Se doblegará si realmente soy yo, se sumará a mi zona iluminada, más bella y cierta; con sólo ir a su lado y apoyarle una mano en el hombro.
3 comentarios:
no se porque en la relectura se me ocurre una idea de horfandad autoimpuesta...
Me alegro mucho de encontarte -finalmente- en la blogesfera...
Te dejo un beso
el cuerpo de la espera, el de la ofrenda, el de la prometida- a- qué-
sosteniendo las flores del aquelarre.
feliz virtualidad pues,
que toda realidad lo es.
me parece exelente lo tuyo segui asi!!!
papa
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